Nuestros amigos: la incertidumbre, la incomodidad y el miedo

Es sencillo e incluso placentero amar a las personas que nos aman, perdonar  a aquellos que nos perdonan, escuchar a los que nos escuchan, entender a los que nos entienden.

Es sencillo y agradable enamorarse en una cena romántica, bailar y cantar con nuestra pareja y amigos, seguir adelante cuando nos alientan a que lo hagamos.

Sin embargo, es difícil seguir amando al que nos lastimó, perdonar a aquel que no puede perdonarnos, escuchar a quién nunca quiere escucharnos, entender a aquellos que no pueden entender nuestros sentimientos y problemas.

También resulta muy complicado amar a pesar de todas las dificultades que puedan presentarse, bailar si nadie lo hace y la pista de baile está vacía y no suena la música, o ponerse de pie cuando parece que a nadie le importas o cuando todos están muy ocupados como para prestarte atención.

Pero indudablemente serán un modelo a seguir todos aquellos que a pesar de sus propios temores, miedos, limitaciones, incertidumbres, muestren su coraje, fuerza, valentía, determinación, pasión, compromiso, sabiduría, paciencia para reconocer que a pesar de estar pasando por un momento difícil y complicado podemos continuar y tratar de alcanzar la meta que pretendemos alcanzar. Y a su vez convertirnos ante los ojos de los demás en personas que inspiran, que alcanzan sus objetivos más grandes y que aparecen como inalcanzables, y que hacen de este mundo un lugar mejor para todos.

Claro que hacer estas cosas no es para nada sencillo o fácil, sino todo lo contrario y por ese motivo es que muy pocas personas se atreven a hacerlo.

Son muy pocas las personas que actúan pese al miedo, la incomodidad, la pereza, la ignorancia, las dificultades.

Pero si queremos progresar debemos tener en cuenta que la incomodidad, la incertidumbre y el miedo son síntomas de que estamos en camino hacia el progreso.

La incertidumbre, la incomodidad y el miedo nos permiten crecer ya que constantemente nos ponen a prueba, para filtrar a quiénes no están realmente comprometidos.

Estos supuestos males vienen a nuestra vida para quedarse y obligarnos a superarnos continuamente.  Recuerde que nuestra mente siempre tiene tendencia a llevarnos hacia lo cómodo, lo conocido, lo que nos hace sentir bien, evitando todo tipo de desafío que nos obligue a actuar, salir de la rutina y a buscar soluciones.

En realidad el miedo a enfrentar las diferentes circunstancias en nuestra vida personal y profesional es el motor que nos permite progresar, ser mejores personas, buscar soluciones y alcanzar las metas.

La verdad es que si buscamos la comodidad, el no tener miedo, la seguridad, no nos irá bien. Lo mejor es actuar a pesar del miedo, la incertidumbre y la incomodidad ya que esa forma de ser nos permitirá lograr lo que deseamos, inspirar a los demás y poner nuestro granito de arena para cambiar de manera favorable a nuestro mundo.