Me aburro en el trabajo: características del síndrome de Boreout

Es muy difícil cuando estamos en el trabajo sin nada por hacer. Las horas parecen interminables y muchas veces las personas no sólo se aburren en el trabajo sino que mal aprovechan ese tiempo en discusiones absurdas con sus compañeros de trabajo.

Estar todos los días en un trabajo que no plantea desafíos y en el que no se planifican actividades para realizar parece ser un ideal, te pagan para no hacer nada, no obstante, con el tiempo disminuye tu autoestima y cada día resulta complicado que tu perfil sea adecuado en alguna búsqueda laboral.
El aumento de la actividad significa crecimiento para una institución y para el individuo la posibilidad de integrarse a un equipo de trabajo, tener objetivos y tareas que realizar.

En estas circunstancias, ser proactivo no alcanza, los proyectos que puedan surgir en el sector no aplican en ningún lugar, y se vislumbra la oscuridad y la desesperanza de saber que se puede llegar a perder el trabajo.

Algunos renuncian, otros inician una búsqueda desesperada de empleo, y otros soportan con pasividad, la muerte casi anunciada del puesto laboral.

El síndrome del aburrimiento o boreout genera desgaste que produce desesperanza y ansiedad, perjudicando gravemente la salud del profesional.

En “El nuevo síndrome laboral boreout” Philippe Rothlin y Peter R. Werder consideran que esta afección se caracteriza por:

• Infraexigencia, con tareas repetitivas y monótonas. Realizar tareas sin sentido. Da la sensación de poder rendir o no estar dando todo lo que uno puede dar. Sensación de estar desaprovechado.
• Aburrimiento, definido como un estado anímico de desgana, apatía y duda porque el empleado no sabe qué hacer durante el día.
• Desinterés, por falta de identificación con el trabajo

Este síndrome se produce por:

• Sobre calificación profesional, o sea, realizar tareas por debajo de sus competencias profesionales
• Desmerecer las capacidades del profesional
• Jefes que no atienden las necesidades de su personal
• Se descalifica las decisiones del personal y no se les permite participar mediante contribuciones para el bienestar del sector
• Falta de incentivos para realizar proyectos de manera proactiva
• Ejercicio autoritario del poder a través del control y no de la supervisión
• Imposibilidad de proyectar una carrera profesional dentro de la institución
• Zona de confort en que quedan estancados aquellos empleados de mayor potencial

Los padecimientos del síndrome del aburrimiento impactan en las áreas laboral, personal, intelectual y recreativa generando sensaciones de desempoderamiento que se traducen en desgano, ansiedad, depresión, y caída de la autoestima.

Lamentablemente si el sector no cuenta con un jefe que planifique tareas de manera adecuada sus colaboradores sufrirán este síndrome en mayor o menor medida. Recuerde un día franco en el trabajo es agradable, pero que por meses la actividad sea nula y solo se vegete en horario laboral termina minando la autoestima y las necesidades de realización personal.