Y llegó el lunes

El lunes es uno de los días que despierta más enfado entre todos aquellos que trabajan. Es el día que hay que reanudar las actividades detrás de un fin de semana normal o largo, como este lunes, después del inicio del 2021.

Por lo general, el personal se siente desmotivado y su producción es más magra cuando se dan cuenta que su jefe desconfía de que en realidad estén trabajando en casa.

El teletrabajo no consiste sólo en trasladar nuestra oficina a nuestra casa, o en nuestro caso, el sector de nuestra biblioteca, sino que requiere nuevas rutinas y hábitos que no solemos desarrollar en el trabajo presencial. También, hay que ser responsable, cumplir con el horario laboral y cerrar la PC en el horario en que normalmente regresaríamos a casa.

Por su parte el jefe, también debe habituarse a otro ritmo de trabajo y a otra forma de trabajar. Tendrá que liderar su equipo a distancia y confiar en que cada uno de sus integrantes realice su tarea con normalidad.

Muchos jefes, no obstante, se agotan y agotan a su personal con llamadas, videollamadas y correos electrónicos continuos como manera de comprobar si están atentos y cumplen con su trabajo.

Las personas que siempre han trabajado desde una oficina y nunca han intentado trabajar a distancia, sobrellevaron un 2020 con mucha más angustia y ansiedad que aquellas que conocen como se maneja el teletrabajo.

Más allá que el 2020 fue un año pleno de incertidumbre, inestabilidad, angustia y pérdidas tangibles e intangibles, fue el año en que para funcionar hubo que implementar muchas medidas de emergencia para sobrellevar las dificultades que surgían día a día.

Las bibliotecas son espacios en los que circula información y ésta puede hacerlo tanto in situ como a distancia, por lo tanto, el desafío de ese año y del que comienza es el de mantener informado a los usuarios de la mejor manera posible y a través de todos los medios de los que se pueda disponer.

Por eso, muchos jefes, necesitan visualizar el trabajo que están realizando sus colaboradores de todas las formas que sea posible. Es así como comienzan los primeros problemas ya que los integrantes del equipo de trabajo comienzan a percibir que en realidad no son un equipo de trabajo. Se sientes perseguidos y vigilados todo el tiempo.

¿Cuál es el problema que surge? Demasiado simple: el colaborador siente que no importa realmente cuanto se esfuerce, su jefe siempre le dirá que en realidad está haciendo nada, y finalmente esa nada se hace realidad ya que el colaborador cada vez colabora menos e interactúa menos con los usuarios.

En resumen, el jefe desconfía, intenta controlar a su equipo, ellos notan la desconfianza, se desmotivan y son menos productivos.

Esa desconfianza en el otro, en su capacidad de resolver problemas es uno de los tantos puntos que debemos revertir para realizar un trabajo a distancia coherente, profesional y sobre todo correcto para ayudar al otro a realizar su propio trabajo.

Las bibliotecas siempre fueron espacios en los que circula la información altamente confiable y que puede ser la llave que desencadene cambios trascendentes en la sociedad, por lo tanto, no podemos perder el rumbo y debemos persistir con la actitud solidaria.

Es necesario que los jefes y su personal se reúnan y lleguen a un acuerdo sobre como trabajar. Tuvimos ya un año para experimentar, ahora debemos recobrar nuestra credibilidad y eficacia laboral para brindar lo mejor de nosotros a la sociedad.