Un gran paso: abandonando la zona de confort

La zona de confort está buena hasta que te queda chica. De igual manera, nuestra creatividad fluye a medida que nos alejamos de nuestra área de confort.

El área de confort nos da seguridad, y por lo tanto, no nos permite crecer. Si estamos seguros, sin amenazas de ningún tipo, sin nada que perder, pero tampoco nada que ganar,

Si seguimos reflexionando vemos como podemos lograr aquello que anhelamos a cambio de dejar algo. Ese algo puede ser un lugar (cambio de empleo ¿quizá?), personas (compañeros de trabajo, jefes, proveedores), un hábito (el viaje de todos los días al trabajo o a casa) o alguna otra cosa que forma parte de nuestra zona de confort. El movimiento y el cambio implican salir de donde estamos y exponernos nuevamente hasta alcanzar el equilibrio que restaura la tranquilidad y el regreso a nuestra zona de confort.

Fuera de la zona de confort se encuentra lo desconocido, aquello que quizá deseo o necesito pero temo alcanzar. Es cuando mi zona de confort deja de serlo y se convierte una jaula en la que estoy encerrado sin posibilidad de ser quién quiero ser realmente.

Llegó el momento de preguntarse que está dispuesto a dejar atrás en la zona de confort para avanzar. Recuerde que solo usted se limita de manera que no puede avanzar. Quizá llegó el momento de emprender un viaje personal que le permitirá alcanzar aquello que tanto desea.

Es el instante adecuado para descubrir o re – descubrir sus talentos, capacidades, destrezas, competencias que le permitirán desarrollar si verdadero potencial, alcanzando, así, la mejor versión de sí mismo, de acuerdo a sus necesidades, deseos, pensamientos, cultura, historia familiar, experiencias.

Abandonar la zona de confort presupone identificar sus fortalezas, y reforzar sus posibilidades de mejora logrando cierta congruencia y coherencia entre esas posibilidades, sus deseos y objetivos.

Es el momento en que se reencontrará consigo mismo y en el que desplegará todas esas cualidades que le permiten diferenciarse de otros colegas.

Es el instante adecuado en el que usted comprende que necesita, desea y quiere cambiar su mundo, aceptando nuevos desafíos, a pesar de los temores que pueda sentir.  Ese es justamente el momento de diseñar su vida laboral, esa que podrá brindarle un trabajo que le resulte satisfactorio y feliz para su desarrollo profesional, que indudablemente incidirá en su vida personal.

La zona de confort quedará atrás, todo aquello que le daba seguridad ya no lo tendrá, pero garantizará su libertad de elección, de equivocarse y volver a comenzar, de ser feliz, de conocer sus capacidades, desarrollar nuevas competencias y alcanzar todo aquello que desea.

Recuerde, la zona de confort es importante para que usted confíe en sí mismo, pero cuando sienta que ya no está tan cómodo, que el espacio es cada vez más pequeño, que necesita desplegar sus alas y volar, ese momento único es el que le señalará que ya es hora de tomar la rienda de su vida y dedicarse a crecer tanto en lo profesional como en lo personal.