Requerimientos del mercado laboral

El mercado laboral en Argentina no está pasando por su mejor momento, teniendo en cuenta que ha declinado en puestos de trabajo a partir de la crisis económica que desató la tormenta cambiaria que se inició en abril de 2018.

Cada vez menos colegas tienen un empleo de calidad. Hay demasiados contratos y casos específicos de diferentes organizaciones que pagan los sueldos fraccionados, o sea,  una parte en blanco y otra en negro, y  la gente acepta esta modalidad por su necesidad de trabajar pero que atentan con la estabilidad que este profesional podrá tener a futuro, en el momento de jubilarse.

La precarización del empleo se puede observar en bibliotecas pequeñas que solicitan que el personal, (muchas veces se cuenta con una sola persona), facture, para brindar un servicio. Indudablemente, esta condición laboral impacta de manera desfavorecedora en la calidad de vida de este profesional que debe adherirse a la figura de trabajador monotributista,  al igual que en la de su familia.

Lamentablemente el empleo de calidad en relación de dependencia está perdiendo peso a manos del empleo en negro y el cuentapropista, que es informal y de subsistencia. Todos aquellos profesionales que ofrecen servicios de encuadernación o reparación de material bibliográfico, por ejemplo, a las bibliotecas universitarias que son las que en este momento cuentan con un presupuesto para realizar estas tareas, o que se dedican al ingreso de colecciones privadas en estudios o en casa de particulares profesionales de diversas áreas, se encuentran en la situación de cuentapropistas. Se trata de entradas breves que ocupan uno o dos meses de facturación.

Como profesionales estamos preocupados por el crecimiento de empleo informal o incluso el desempleo, espacialmente de profesionales que tienen un poco más de cincuenta años y que necesitan cumplimentar sus años de aporte para poder obtener una jubilación aceptable.

Es necesario, que como colectivo profesional, estemos preparados para un mercado laboral cambiante, a veces sumamente caprichoso y que solicita demasiados conocimientos, muchos de ellos no necesariamente de nuestra área.

Además, hoy no podemos aspirar a un trabajo para toda la vida, que era algo común en décadas pasadas. Por ese motivo se requiere de profesionales que tengan amplias competencias y una gran capacidad de adaptación al cambio.

Puede que en estos tiempos acceda a un contrato por proyecto. Esto se suele dar con más frecuencia en ciertas bibliotecas que no cuentan con una gran cantidad de personal y necesitan contratar personal externo para un proyecto determinado como puede ser el ingreso de una colección especial.

El mismo ejemplo puede, también, entrar en la categoría de mini jobs, que son contratos de baja remuneración y con un número reducido de horas.

Puede que se busquen trabajadores que desarrollen su tarea distancia, en el caso, por ejemplo, de trabajar para un buscador como Google, indizando contenido o cumpliendo tareas de referencia, auxiliados por bases de datos, a distancia.

Estas modalidades nuevas de trabajo requieren de profesionales altamente capacitados, autónomos, disciplinados, y que cuenten con una serie de competencias que les permita encarar con éxito el trabajo.

Como sea nuestra inserción laboral, tenemos que tener en cuenta que deberemos enrolarnos en las filas de la capacitación continua, la que aportará a cada uno las herramientas necesarias para desempeñarse en el mercado laboral.