Otra forma de ejercer la profesión

Cuando elegimos una profesión es probable que a lo largo de los años nos planteemos si hicimos lo correcto y rectifiquemos el propósito de nuestro ejercicio profesional.

Quizá en un primer momento nos entusiasmo el área de procesos técnicos o de servicios hasta que llegó un instante que nos gustó la gestión.

También, puede ocurrir que la rutina nos lleve a replantear si es correcto trabajar en esta profesión, si quizá no queríamos otra cosa de la vida profesional. Y entonces surge la pregunta “¿Qué hago aquí? Me siento un extraño entre mis colegas” estamos atravesando una crisis profesional, estamos comprobando que ese “no es nuestro lugar”, pero aún no sabemos cuál es ese lugar al que pertenecemos y que es lo que queremos hacer. Navegamos, entonces, entre certezas e incertidumbres.

Puede ser que esto ocurra porque no encontramos el trabajo que despierte nuestra pasión. Es probable, que después de ejercer un par de años la profesión necesitemos algunos cambios y ajustes. La rutina diaria no suele ser buena para las personas proactivas.

Sin embargo, no debemos desesperar ni considerar que nuestra opción vocacional es herrada, simplemente debemos plantearnos en qué momento profesional estamos y que queremos para nuestro futuro.

Puede que sentimos que tanto esfuerzo por llegar al puesto que desempeñamos, así como el esfuerzo y dedicación que tuvimos durante nuestro período formativo, quizá fue en vano. Creemos que no es así, simplemente nos sentimos un poco cansados. Es como que queremos tener otra vida, pero no sabemos de que tipo.

Para algunas personas los cambios pueden resultar amenazantes, en cambio, para otros, son constructivos, es todo lo que necesitamos para sentirnos plenos en nuestra profesión.

Quizá, podamos regresar a las fuentes y consultar a alguno de nuestros profesores, descubriremos, entonces, que sí nos gusta nuestra profesión, lo que parece que no nos gusta es la forma en que la ejercemos.

Cambiaron nuestros intereses y tenemos que compatibilizarlos con nuestra profesión, para ello, solo hay que buscar que nos entusiasma más y tratar de realizar esos cambios desde nuestro puesto actual o, en su defecto, cambiar de empleo.

No debemos sentir temor, quizá, previamente tendríamos que plantearnos el realizar algunos cursos, una especialización o maestría que nos permita adquirir las herramientas necesarias para crecer en el área que nos interesa.

Siempre podremos lograrlo si nos lo proponemos. Es simplemente una etapa de exploración en la que debemos experimentar nuevas opciones que nos hagan sentir bien y que nos permitan empezar el camino profesional que queremos seguir.