No me contrataron, ¿sé más que el que pudo ser mi jefe?

Muchas veces vamos con mucha ilusión a una entrevista laboral. A veces porque queremos renovarnos y cambiar de aire, otras, en cambio, porque no tenemos trabajo y lo necesitamos. No importa el motivo, tenemos toda la ilusión de ser seleccionados.

Quizá pasamos la primera entrevista sin dificultad, el reclutador mira nuestro CV, lo investiga, nos pone a prueba con sus preguntas y considera que somos adecuados para ese puesto, pero cuando nos entrevista nuestro posible jefe nos sentimos extraños, como que no encajamos, y lamentablemente es así, el jefe se siente amenazado.

El CV siempre define la contratación, a veces porque no es suficiente y otras porque es demasiado.

Generalmente los jefes prefieren empleados que puedan manejar sin que noten sus propias fallas, es mucho más sencillo permanecer en el puesto cuando el subordinado sabe mucho menos que el jefe. El ser jefe no significa ser líder, entender y valorar las capacidades del otro y así utilizar este recurso humano de la mejor manera para alcanzar una buena administración de su sector.

La verdad es que un buen jefe sabe que un buen profesional lo hará trascender ya que su trabajo será lo suficientemente bueno como para que su sector destaque sobre el resto. No por dar esta oportunidad a un profesional pondrá en juego su propio puesto laboral.

Muchas veces los jefes consideran quela organización prospera por su trabajo, pero no es así, una organización trasciende por el buen trabajo en equipo de su gente.

¿Cómo saber cuándo debemos mentir diciendo que sabemos menos de lo que realmente es? ¿Cuándo debemos decir que hemos alcanzado menos logros académicos que los reales? ¿Vale la pena mentir?

A veces si necesitamos mucho el empleo seguro que lo haremos, pero la verdad, con el tiempo nos vamos a arrepentir ya que estaremos atados a un trabajo que no nos va  a satisfacer desde el punto de vista profesional y quizá tampoco desde el salarial.

¿Cómo se puede ser jefe sin visión? Todos los jefes desean tener el mejor equipo de trabajo que les permita respaldar sus decisiones y alcanzar e incluso superar las metas propuestas, para ello, indudablemente, se necesita contar con un buen nivel de profesionales a cargo.

El miedo a la competencia es terrible, no sólo le niega a una persona su derecho de trabajar sino que limita también al que lo padece ya que nunca dejará de ser un profesional mediocre, sin ideas motivadoras, metas a alcanzar y su paso por la organización seguramente no le aportará nada tanto a él como a la organización.

Por otra parte, este tipo de jefatura provoca la baja participación del personal en la generación de nuevas ideas ya que todos temen en convertirse en el blanco de la furia del jefe.

Es triste pero aún en estos tiempos nos solemos encontrar con estas realidades que afectan a muchos profesionales impidiéndoles crecer, desarrollar su profesión y lograr ascender en un mercado competitivo, restringido y complejo.