Mantener la ilusión en el trabajo

Siempre sentimos debilidad por aquello que despierta en nosotros la ilusión. Por eso empleamos todos los recursos necesarios para mantenerla viva y resulta maravilloso que la ilusión forme parte de nuestro trabajo.

El deseo es el incentivo necesario que nos permite, a pesar de cualquier obstáculo que pudiera interferir, que nos permite alcanzar nuestro objetivo.

La ilusión es un sentimiento que puede aplicarse tanto a la vida personal como a la laboral. Al transitar nuestros primeros pasos en el mercado laboral nos ilusionamos con tener cada vez mejores posiciones en la estructura organizacional que nos lleven a enfrentar desafíos cada vez más importantes.

Al iniciar todas las ilusiones nos acompañan, el entusiasmo está a flor de piel y nos sentimos felices por cada logro que alcanzamos.

Sin embargo, al margen que disfrutemos de nuestro trabajo, todos los días no vamos a estar ilusionados. Algunos días estaremos desmotivados y no todas las tareas serán de nuestro agrado.

No obstante, si la desilusión se instala, hay que averiguar qué es lo que la provoca. Lo importante es averiguar que ha cambiado y entonces, seguramente, vamos a poder solucionarlo, recuperando lo que perdimos.

A veces es que el cansancio acumulado nos hace ver las cosas con otras tonalidades, el aburrimiento provocado por la rutina pone un tinte de gris en toda la jornada de trabajo. Quizá, llegó la hora de buscar nuevos desafíos y caminos que transitar a pesar que, a su vez, pueda provocar temor y miedo. Los cambios siempre tienen esa consecuencia por más que nos caractericemos por el afán de vivenciar diferentes desafíos.

Hay algunas cosas que podemos hacer para recuperar nuestra ilusión en el trabajo como:

  • Descansar desconectándose de todo
  • Buscar apoyo en un grupo de amigos que piensen de manera semejante y con iguales intereses
  • Aprender algo nuevo que no necesariamente se relacione de manera directa con el trabajo diario
  • Involucrarse nuevamente al 100% con la ocupación diaria, de modo que se preste atención a cada detalle de la misma, como fue al principio. Así nuevamente se motiva y aparece la ilusión nuevamente de hacer las cosas bien y superarse

Recuerde: es normal perder la ilusión, como todo en la vida, la rutina, el desgaste diario produce esto. Solo debe volver a creer en sí mismo y recuperará la magia del inicio.