Todos somos conscientes que aunque nos sintamos conformes en el trabajo, también nos gusta un poco de atención. Las redes sociales permiten socializar con rapidez nuestras competencias profesionales y es así como muchas veces nos llegan ofertas laborales aunque no las estemos buscando.

Acudir a entrevistas laborales resulta sumamente estimulante. Saber que podemos elegir y ser seleccionados, que lo que hacemos no pasa desapercibido en el mercado laboral, y que, incluso, podemos decir que somos una marca o marcamos tendencia, no solo fomenta nuestro ego, sino que demuestra que todo el esfuerzo que hacemos diariamente vale la pena.

Las entrevistas laborales nos muestran cuál es nuestro valor en el mercado laboral, que requisitos cumplimos con las exigencias actuales y que cosas aún quedan pendientes de aprender.

Lo cierto es que a veces vamos a una entrevista laboral por mera curiosidad y poco a poco sin darnos cuenta avanzamos en el nivel de las entrevistas hasta que finalmente nos dicen que hemos sido seleccionados. En ese momento muchas cosas se cruzan por nuestra mente. Lo que comenzó como un juego se convirtió en una realidad. No nos sentimos a disgusto en nuestro trabajo actual, pero el que nos ofrecen es bien atractivo y seguramente nos permitirá crecer, entonces, ¿qué debemos hacer?

Seguramente cuando escuchamos esas palabras usted ha sido seleccionado para este puesto laboral ya que cumple con los requisitos que necesitamos, también debemos saber en qué consiste la oferta en sí, más allá de que cumplamos con la expectativa de la empresa.

El primer planteamiento es si esto es recíproco. ¿Esta empresa, cumple con nuestras expectativas?

Antes de aceptar el ofrecimiento e informarle a nuestro actual empleador que vamos a desvincularnos de la empresa tenemos que tener en cuenta las siguientes condiciones de la oferta:

  • En nuestro puesto actual ya no hay manera que podamos crecer y ascender, en cambio, hay una buena posibilidad de crecimiento en este nuevo ofrecimiento.
  • La remuneración supera las expectativas actuales, sabemos que deberá pasar más de un año para cobrar un sueldo de esa magnitud.
  • El trabajo que nos ofrecen nos permite experimentar y adquirir nuevos conocimientos, quizá es más arriesgado y es justamente en este punto donde reside nuestro desarrollo laboral que a futuro nos abrirá puertas mucho más interesantes.
  • El clima laboral actual no nos favorece tanto, hay mucha envidia y es problemático conseguir los insumos que necesitamos para desarrollar nuestra tarea. Aparentemente en la oferta que nos han ofrecido no tendríamos dichos problemas.
  • Quizá nuestro jefe actual no nos tiene muy en cuenta o es muy limitado, no le interesa demasiado su sector, o es todo lo contrario y nos sentimos muy cómodos con él. Pero indudablemente lo que nos ofrecen es mejor y en nuestra posición actual nunca nos permitirían tal crecimiento.

Si ya hemos decidido lo tenemos que comunicar de inmediato. Es cierto que quizá podamos utilizar esta oferta para intentar lograr más ventajas en nuestro espacio laboral actual,. Pero es un riesgo que puede o no resultar bien.

En realidad no corresponde actuar de esa manera, ya que es considerado y con razón, un burdo chantaje. El jefe actual no debería aceptar una situación así ya que lo califica como pésimo jefe, pues no supo retener y aprovechar el recurso humano que dirigía.

Creemos que todos cumplimos etapas en los espacios laborales y cuando algo termina simplemente terminó. Por lo tanto, la infidelidad laboral solo existe si jugamos con ambas puntas la que nos empela actualmente y la que siente interés por incorporarnos; si declaramos de entrada nuestras intenciones, o sea, si decimos que estamos buscando un nuevo empleo porque el actual ya no nos satisface, quizá recibamos una mejor oferta interna, pero de no ser así, lo mejor para nosotros es encarar con seriedad una búsqueda laboral que seguramente nos abrirá nuevas puertas con mejores opciones.