“Fija tus ojos hacia adelante en lo que puedes hacer, no hacia atrás en lo que no puedes cambiar”.

Tom Clancy

Vivimos tiempos difíciles, con problemas de empleabilidad, bajos salarios, largas jornadas laborales. Cada vez más profesionales intentar reinsertarse en el mercado laboral y a ellos hay que sumar a los nuevos graduados.

Si bien aún no hemos llegado a una situación crítica como en otros países, no podemos dejar de estar alertas.

Es imprescindible que no dejemos de formarnos de manera continua, que avancemos más allá del grado. Recordemos que la sociedad actual es altamente competitiva y los mercados laborales son cada vez más exigentes.

En épocas de crisis debemos pensar en todo aquello que podemos hacer más que en aquello que podemos cambiar.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Bueno, podemos intentar conseguir un trabajo tradicional en una biblioteca pública, popular o privada. Quizá en un centro de documentación de empresa, estudio jurídico o contable; en un juzgado, hospital o escuela. También podemos optar por un trabajo no tan tradicional como en la radio, diarios, televisión o internet.

Es simplemente por esto que necesitamos formarnos de manera continua. ¿Cómo vamos a poder afrontar el reto de un trabajo no tradicional si no contamos con las competencias y habilidades adecuadas?

Fijar los ojos hacia delante es transitar con firmeza hacia el futuro, no podemos cambiar el pasado, podemos mirar hacia el futuro e indudablemente podemos vivir el presente que nos brinda o no oportunidades, pero al que podemos forzar para que nos dé más facilidades para sentirnos satisfechos de los logros profesionales que alcanzamos.

No podemos darnos por vencidos, no es propio de la naturaleza humana, tampoco tenemos que sentirnos desconsolados, temerosos o angustiados.  Muchas personas han atravesado situaciones desesperantes a lo largo de la historia de la humanidad y no obstante han podido continuar su camino e incluso han alcanzado el éxito personal y profesional.

Indudablemente, la vida no siempre es sencilla ni se acerca a lo que hemos soñado, pero los sueños se pueden alcanzar, la vida no nos va a brindar nada sin esfuerzo y es justamente el esfuerzo el que nos hace valorar aún más nuestros logros.

No dejemos de mirar hacia el futuro, no dejemos de soñar, no pensemos que el trabajo tradicional es el que nos aguarda, a veces en lo diferente, en ese espacio que nunca pensamos ocupar es dónde encontraremos que nos sentimos plenamente satisfechos de nuestros aportes, de nuestro trabajo, en el que también tendremos que atender las necesidades de usuarios distintos a los que nos señalaron los manuales de estudio pero que necesitan de nuestra ayuda y profesionalidad.