“El mundo es un rompecabezas cuyas piezas cada uno de nosotros arma de diferente manera”.

David Viscott

Muchos profesionales a pesar de tener la información necesaria, no emplea ese conocimiento por eso, el conocimiento no aplicado resulta realmente inútil.

¿Cuáles son las razones por lo que los profesionales no hacen nada con el conocimiento que adquieren?

Por un lado, el cambio requiere de una disciplina bastante estricta, de gran autocontrol.  Tener la capacidad para hacer lo que es mejor para nosotros mismos. En realidad el autocontrol cuanto más se ejercita más buenos resultados nos da.

Además, cambiar requiere de ser diferente, actuar de otra manera con respecto al resto de los profesionales que nos rodea en nuestro entorno laboral. La verdad es que muchos colegas no quieren ser diferentes por temor a ser rechazados o excluidos por nuestros colegas. A veces, el miedo nos hace tomar decisiones equivocadas, por eso seguimos lo que los demás nos dicen pero no nos atrevemos a decir lo que realmente pensamos.

¿Qué significa ser diferente?  Significa ni más ni menos convertirnos en pensadores independientes, de no dejarnos influenciar por los demás.

Indudablemente cuándo comenzamos a adoptar esta mentalidad, a cuestionar la información que recibimos de manera continua, a buscar nuevas respuestas, a verificar si algo realmente funciona, nuestro comportamiento realmente cambia.

Esto puede incomodar a otros colegas que no aceptan que un par sea diferente, ya que consideran que todos los bibliotecarios deben actuar de igual manera. No obstante, saben que si ellos tuvieran suficiente valor y disciplina, también actuarían de manera diferente.

Finalmente, tenemos que reconocer que cambiar es muy difícil. Si durante nuestro período de formación nos mostraron que en realidad nunca cambió la manera de trabajar y de tratar al usuario, poco a poco vamos arraigando estos hábitos y como somos animales de costumbres terminamos convenciéndonos que el camino sin cambio es el correcto.

Para cambiar es importante contar con una red de apoyo, en la que deben intervenir la familia y otros profesionales que incentivan de manera constante apuntalándonos para continuar en nuestro camino diferente.

¿Por qué ser diferente? Porque nos permite  crecer profesionalmente y también nos permite brindar mejores servicios a nuestros usuarios.

Nuestro trabajo siempre está en relación de nuestros usuarios y ellos son los que demandan ese cambio. Si no lo hacemos, indudablemente nuestro usuario buscara los medios por obtener los servicios que desea en otro espacio, y las bibliotecas quedarán vacías.

Entonces, tenemos que dejar surgir a los nuevos bibliotecarios que hablan, sienten, desean y necesitan contar con información de una manera similar a los usuarios.

Ser un bibliotecario diferente consiste en utilizar las herramientas tecnológicas para acompañar a nuestros usuarios en todo momento y lugar, de manera que nosotros también terminamos siendo herramientas valiosas y casi imprescindibles para ellos.