Diferentes tipos de profesionales conflictivos

No todos los profesionales actúan de igual manera y realizan aportes adecuados en sus trabajos.

Las personas que conforman un espacio laboral son diferentes, no siempre sus objetivos e intereses concuerdan con los de su empleador o con la de otros empleados. Los ambientes laborales pueden ser difíciles e incluso decepcionantes para aquellos que recién comienzan o para todo aquel que piensa que el empleador debería tratar de desarrollar una cultura organizacional más armónica y menos tóxica.

Quizá es importante que las Unidades de Información desarrollen un Manual de Conducta laboral para que todos se sientan protegidos de situaciones estresantes y desafortunadas.

El Director de la Unidad de Información deberá, ante todo, fomentar el trabajo en equipo, que es la única manera de garantizar que cada profesional pueda desarrollar todo su potencial en un ambiente laboral cuidado y en los que no predominen los conflictos.

Tenemos intención, a continuación, de ver algunos perfiles de empleado tóxicos:

Problemáticos: no son muy competentes y para nada confiables. No saben hacer su trabajo y dependen de otros para solucionar los problemas. Crea un ambiente de frustración empañando todo el accionar del equipo de trabajo. No les gusta aprender, son desorganizados, pasivos y resistentes al cambio.

Flojos: trata de pasar el tiempo sin trabajar y absorbe el tiempo y entusiasmo y energía de sus compañeros. No le interesa lo que opinen sus jefes o compañeros solo pretenden cobrar a fin de mes haciendo lo menos posible. Tienen baja motivación, incumple con sus tareas, siempre está distraído y ausente.

Mártir: es aquel que quiere hacerlo todo y buscan que los que los rodean sean partícipes de los sacrificios que realiza. Trabaja demasiado y no siempre de manera correcta y desgasta al equipo así como su funcionamiento normal. No acepta límites, siempre se está quejando y tiene aspecto enfermizo, además de cansarse, cansa  al resto del equipo ya que quiere imponer un ritmo de trabajo innecesario.

Social: es una persona amena, entretenida, graciosa, todos se sienten bien a su lado. El espacio laboral es aquel en el que puede mostrar su encanto y en el que puede socializar con todos sus compañeros e incluso sus jefes. Su prioridad es beber café y traer y desparramar chismes, en el fondo es muy parecido al flojo ya que interrumpe el normal flujo de trabajo. Es ruidoso, molesto, desconsiderado, insensible, puede producir daños a su alrededor a través de los chismes pero no le interesa.

Psicópata: provoca discusiones interminables y discordia entre todo el equipo y tiende a destruirlo.  Favorece el ambiente laboral hostil, afecta la moral y la efectividad de los individuos y daña la imagen profesional de sus compañeros ante los usuarios y las autoridades. Es acosador, saboteador, problemático y manipulador.

Renegado: no le interesa seguir ningún tipo de regla y siempre está en desacuerdo con el consenso de sus compañeros y la autoridad. Suele improvisar y toma decisiones para las que no tiene el rango correspondiente. Piensa que sabe más que los demás, no se relaciona muy bien con los usuarios, afecta de manera negativa el trabajo de los demás, a los que no reconoce ni considera.

No necesariamente vamos a tener toda esta tipología de profesionales en el mismo ambiente laboral pero siempre alguno de ellos emerge y expanden toda su toxicidad en el ambiente.

Es esencial no ignorar el problema e intervenir ante la menor señal de conflicto, brindar ayuda y asesoramiento al empleado tóxico para tratar de revertir su comportamiento y si todo esto falla habrá que pensar si por el bien de todos no será necesario despedir a esta persona.