Crisis en el trabajo

La crisis laboral puede tener diferentes causas: un despido, el trabajo estresante, cambios en las circunstancias de trabajo.

Indudablemente una crisis en el trabajo afecta no sólo nuestro desempeño laboral, sino que puede llegar, incluso, a afectar nuestra vida personal.

Empecemos reconociendo que la palabra crisis siempre tiene un perfil negativo, no obstante, una crisis nos permite crecer, desarrollar nuestra creatividad, dar un giro vertiginoso a nuestra carrera, por lo tanto, debemos dejar de lado la connotación negativa de esta palabra.

La única manera de superar una crisis y que esta nos pueda beneficiar es actuando con madurez.  Tan solo hay que evaluar las alternativas posibles y reflexionar sobre cuál de ellas será más exitosa para nuestro futuro profesional.

Tenemos que tener en cuenta que en este proceso, que puede o no ser ajeno a nuestro accionar debemos mantener un buen estado de ánimo, es fundamental controlar nuestras emociones y alcanzar un buen equilibrio físico y mental que nos permita estar saludables, solo de esa manera podremos pensar la solución a nuestro problema.

También es importante que no nos permitamos que nuestra vida dependa de un empleo, debemos tener más de un objetivo que nos permita sentirnos útiles. ¿Qué deseo?, ¿Dónde quiero llegar?, ¿Qué alternativas hay para alcanzar ese objetivo?, ¿Cómo puedo superar este momento?, ¿Qué otros aprendizajes serán necesarios para alcanzar la plena satisfacción laboral y personal?

Si la crisis nos lleva a quedar fuera del mercado de trabajo, ¿cómo podemos regresar? Antes que nada tenemos que establecer una rutina, dejando de lado el pesimismo y el optimismo exagerado. Estamos en una mala situación, es cierto, y ahora tenemos que probarnos a nosotros mismos que podemos llegar a la puerta que nos brindará una nueva oportunidad.

Hay que desarrollar un plan de acción, estudiar el mercado laboral, ver cuáles son sus necesidades, que podemos aportar nosotros, en que nos necesitamos capacitar y también debemos aprender a manejar el dinero que tenemos y pensar cuanto podemos estar sin trabajar.

Además, como punto adicional y fundamental, debemos ejercer la autocrítica, hay algo que hicimos mal, y por eso ahora debemos responsabilizarnos de este fracaso. También tenemos que tener en claro, que justamente, los fracasos propician los mejores espacios de aprendizaje; solo queda en nosotros considerar que cambios y ajustes debemos hacer.