¿Cómo aliviar el estrés?

El estrés, dicen los que saben, se compone de un 10% de lo que pasa y un 90% de como tomo lo que pasa. Entonces, podemos decir que el estrés es la reacción que provoca un estímulo en un individuo. Por eso, el estrés reina en todos los ambientes laborales.

Se llama eustrés cuando el estímulo resulta placentero, por ejemplo, cuando recibimos una felicitación por nuestro trabajo. El estrés malo, en cambio, se lo conoce como distrés, y se trata de situaciones que producen tensión y una sensación negativa.

El estrés es una reacción que afecta a la mente y al cuerpo y produce estragos en nuestro organismo. El estrés prolongado causa fatiga permanente, incapacidad para la concentración, irritabilidad, incluso ante situaciones insignificantes. A veces, las descompensaciones físicas pueden llevar al envejecimiento prematura y a dolencias físicas prolongadas.

Muchas veces a causa de estas dolencias aparece otro factor altamente permisivo para el organismo como es la desesperación y la angustia las cuáles pueden derivar con el tiempo en trastornos depresivos.

Por eso, el manejo adecuado del estrés beneficia a la salud mental y física del individuo. Los que lidian de manera satisfactoria con la preocupación descansan mejor y tienen una vida más saludable.

Recordemos que el estrés afecta la salud física y puede aumentar la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la actividad cardiovascular, produce la disminución del sistema inmunológico, afecta los niveles hormonales y produce síntomas físicos como dolor y náuseas.

Si el nivel de estrés crece nos excede y necesitamos ayuda para restaurar el equilibrio, disminuir los factores que causan esta situación y/o aumentar nuestra capacidad para sobrellevar esta situación. Eventos felices e infelices, tanto del ámbito laboral como personal pueden causar estrés.

Para lograr este equilibrio y aliviar el estrés podemos intentar una o varias de estas estrategias:

  • Apartar: planificar, reorganizar el entorno y aprovechar las ventajas de una carga más ligera. Estudie su entorno inmediato y si no lo satisface, intente utilizar alguna variable de cambio que lo ayude a evitar situaciones tensas.
  • Alterar: realice un inventario de todas las cosas que le molestan e intente mejorar la situación. Recuerde que los problemas pequeños suelen devenir en problemas más grandes si no se resuelven en el momento adecuado. No tenga miedo de enfrentar el problema y exponer su punto de vista al otro para llegar entre ambos a una solución que les resulte a adecuada a todas las partes.
  • Aceptar: a veces hay que aceptar las cosas como son. Se puede hablar con alguien que sabe escuchar, se puede perdonar al otro dejando atrás toda la energía negativa. Hay que practicar el diálogo y dejar de lado los pensamientos negativos.
  • Adaptarse: una forma de superar el estrés es adaptarse a las situaciones, cambiando los estándares y expectativas. Hay que replantear el problema y verlo desde diferentes puntos de vista.

Nunca debemos permitir que las situaciones conflictivas en el trabajo generen un nivel alto de estrés con todas las implicancias perjudiciales del mismo. Recordemos que la vida vale mucho más que un conflicto.